En un rincón del barrio Pueblo Nuevo, la magia de los Reyes Magos renace cada año gracias al esfuerzo y dedicación de José Neto, un vecino que, junto a su familia y amigos, trabaja incansablemente para llevar alegría a niños y niñas durante la festividad de Reyes. Sin embargo, este año, enfrenta un desafío mayor: conseguir donaciones para poder continuar con esta tradición que comenzó de manera humilde hace casi dos décadas.
“Todo empezó en casa”, relata José, recordando sus primeros pasos en esta aventura. “Me disfrazaba para mis hijos, aunque no era un disfraz lindo, solo un poncho, una coronita y, en la oscuridad, me acercaba a dejar los regalos donde ellos habían puesto el pasto, agua y sus zapatillas. Mis hijos, Candela, que tenía dos años, y Matías, de cinco, miraban por la ventana con emoción”.
Lo que inició como un gesto íntimo para su familia pronto trascendió al barrio. “Un día se me ocurrió alquilar trajes y salir con mi hermana y una amiga por las calles de Pueblo Nuevo. Conseguimos algunas golosinas y así empezamos”, cuenta. A medida que los años pasaron, más personas se sumaron a esta causa, como Hernán Varela, quien sigue interpretando al Rey Baltasar, y otros vecinos que aportan su tiempo y energía.
Sin embargo, los tiempos han cambiado. Mientras que en los primeros años las donaciones llegaban con facilidad, ahora conseguir juguetes o golosinas se ha vuelto una tarea cuesta arriba. “Últimamente solo llevamos caramelos que compramos nosotros, pero seguimos igual como podemos”, menciona con cierta melancolía, aunque también con una firme determinación.
El recorrido tiene lugar el 5 de enero por las calles de Pueblo Nuevo, y el 6, en lugares como Luján y Olivera. A pesar de las dificultades, el grupo no se rinde. “El motivo más grande es ver la carita de alegría y emoción de los niños y niñas cuando vienen corriendo a abrazarte. También sentimos el cariño de las personas mayores”, dice José, recordando que el esfuerzo siempre vale la pena.
Hace un llamado a la solidaridad, destacando la importancia de preservar esta tradición. “Nos gustaría que la gente no deje que sus hijos pierdan la magia de Reyes, que es tan linda. Con cada donación, están haciendo feliz a un niño o niña”.
Para quienes deseen colaborar, ya sea con juguetes, golosinas o cualquier aporte, Neto deja un mensaje claro: “No importa lo grande o pequeño que sea, todo suma. Porque al final, lo que realmente cuenta es mantener viva la ilusión en los corazones de los más pequeños”.
Este año, la magia de los Reyes Magos necesita una ayuda extra. ¿Te animas a formar parte de esta historia?