Con la cercanía de las fiestas de fin de año, los precios de los cortes de carne más populares han subido entre un 10% y un 12% en carnicerías y supermercados, lo que afecta a los bolsillos de los argentinos.
Este ajuste, que termina con varios meses de estabilidad en los precios, ocurre en un contexto de caída del poder adquisitivo, lo que ha reducido el consumo de carne a niveles históricos mínimos, con un promedio de entre 46 y 48 kilos por persona al año.
Entre los cortes más afectados, los precios del kilo son los siguientes:
- Milanesas: $9.000
- Asado: $8.000
- Vacío: $9.500
- Lomo: $11.000
- Peceto: $10.000
Según expertos, esta suba se debe a un ajuste de precios en la cadena de producción, ya que el costo de la hacienda aumentó de $2.250 a $2.500 por kilo en el mercado de Cañuelas. También influyen factores como la cercanía de las fiestas y la oferta limitada de ganado.
A pesar del aumento en los precios, los ganaderos enfrentan dificultades económicas, con precios un 18% por debajo del promedio de los últimos 15 años. Aunque la carne aumentó un 59% en el último año, sigue por debajo de la inflación, que fue del 107%. Esto hace que la carne, un alimento tradicional, sea cada vez más difícil de acceder para muchas familias argentinas.
