A más de un año de dejar la Casa Rosada, Kirchner busca reorganizar y fortalecer al peronismo, un partido que atraviesa fuertes tensiones internas, mientras algunos de sus dirigentes colaboran con el gobierno de Javier Milei.
Uno de los principales desafíos que enfrentará será conseguir unidad dentro del peronismo, especialmente en medio de los desacuerdos con otros dirigentes del espacio, como los gobernadores que han apoyado al gobierno de Milei. Cristina ha sido clara al expresar que no tolerará a quienes, habiendo llegado al poder bajo el sello del PJ, ahora respaldan a la oposición de extrema derecha.
Además de la reorganización interna, tendrá que tomar decisiones clave para enfrentar las elecciones legislativas de 2025, especialmente en la provincia de Buenos Aires. El debate se centra en si los comicios deben desdoblarse o celebrarse en una sola fecha. Desde el cristinismo y el Frente Renovador sostienen que debe ser en un solo día, para evitar que la campaña local desvíe el foco de las políticas nacionales.
Durante sus recorridas por diferentes ciudades, Cristina Kirchner ha mostrado un discurso enfocado en criticar las políticas del gobierno actual y en defender el rol del Estado en la vida de los argentinos. Desde su primera aparición pública como presidenta del PJ en Santiago del Estero, hasta sus recientes visitas a Rosario y el conurbano bonaerense, ha insistido en la necesidad de fortalecer al peronismo y alertar sobre las políticas de ajuste que, según ella, están perjudicando al pueblo.
Hoy, con su asunción oficial como presidenta del PJ, Cristina Kirchner busca darle un nuevo impulso al partido en un momento crucial, a pocas semanas de las elecciones y en medio de un clima político tenso.