Cada 13 de junio, en el Día del Escritor, se recuerda el valor de quienes transforman las palabras en testimonio. En Luján, el nombre de Nelly Dorronzoro resuena como símbolo de lucha, compromiso y escritura atravesada por la historia.
Cuerpo: En Argentina, el Día del Escritor se celebra en conmemoración del nacimiento de Leopoldo Lugones (1874–1938), figura clave en la literatura nacional. Este día invita a reflexionar sobre la fuerza de las palabras y su capacidad para dejar huella en la cultura y en la memoria colectiva.
Leopoldo Lugones fue un pionero literario que desafió los moldes tradicionales con una escritura innovadora y profundamente nacional. Pero este homenaje a las letras también permite recuperar voces más cercanas, como la de Nelly Dorronzoro, una escritora lujanense cuya vida estuvo marcada por el dolor, la poesía y la defensa de los derechos humanos.
Nacida el 28 de agosto de 1922, Nelly fue profesora de Lengua y Literatura y dejó una impronta profunda en la educación local. Su historia se entrelaza con la tragedia de la dictadura cívico-militar: en 1976, su compañero Dardo Dorronzoro herrero y poeta, fue desaparecido por las fuerzas represivas. Desde entonces, su vida tomó el rumbo de la búsqueda incansable, el reclamo de justicia y la denuncia constante.
“Yo he sido, soy y seré un poeta revolucionario”, escribió Dardo en Una sangre para el día, publicado en 1975. Parte de ese legado puede leerse hoy en un monumento de Luján que lo recuerda, en la intersección de Fray Manuel de Torres y Gogna.
A partir de 1983, Nelly se integró a la Asociación de Detenidos Desaparecidos y fundó la Comisión de Derechos Humanos de Luján. Participó activamente en el Juicio a las Juntas y presentó decenas de Habeas Corpus, aunque muchas veces sus pedidos no obtuvieron respuesta. Con enorme esfuerzo, logró reunir y editar la obra de su compañero desaparecido.
Falleció el 26 de mayo de 1998, pero su legado sigue vivo. En 2018 se publicó Ilusoria trama, su primer libro de poemas, gracias al trabajo de Editorial Abecedario. En sus versos hay dolor, pero también una búsqueda estética y política que interpela al presente.
Hoy, al celebrar el Día del Escritor, la figura de Nelly Dorronzoro nos recuerda que escribir puede ser un acto de resistencia. Que las palabras, cuando nacen del compromiso y la memoria, no solo narran, también transforman.